El primer maquillaje
Para el primer maquillaje no es recomendable usar base o fondo. Las chicas jóvenes deberían usar únicamente un corrector compacto igual al color de su piel para cubrir ojeras, pequeñas imperfecciones o granitos. ¿Quieres acertar con el tono? Pues no lo dudes y pruébatelo en directo.
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Aplica un leve rubor en tonos rosados sobre las mejillas; lo mejor es que utilices un colorete en polvo.
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En cuanto a sombras, opta por los colores pasteles como rosas, naranjas, azules suaves, beiges..., pero nunca los combines con tonos oscuros o con mucha purpurina.
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Lo mejor es no usar eyeliner o delineado de ojos, ya que conseguirás intensificar la mirada volviéndola más sensual e intensa, pero nunca se mostrará el efecto deseado en una adolescente que comienza a maquillarse. Lo mejor es aplicar una máscara de pestañas suave en tono negro o marrón, según el color de tus ojos.
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En los labios utiliza siempre mucho brillo para un efecto boca muy jugosa en versiones chispeantes y divertidas. Puedes optar por utilizar un gloss en tonos rosados, beiges o simplemente sin color, pero nunca utilices tonos intensos y barras de labios mate porque destacan demasiado el labio y te mostrarán artificial, además de hacerte parecer más mayor.
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Por último, acostúmbrate siempre a desmaquillarte antes de irte a la cama. Así limpiaras y cuidarás la piel a diario y evitarás la aparición de acné, manchas o diferentes problemas cutáneos.
Tienes muchos tonos y productos para probar con diferentes looks de maquillaje. Ponte guapa, cuida tu rostro pero, sobre todo, confía en ti misma y sé natural. Con el primer maquillaje quieres mejorar tu imagen, pero nunca intentes aparentar alguien que no eres. ¡Adéntrate en el universo make-up!